“¿Qué cómo me
pidió casamiento?”
Llevábamos aproximadamente unos tres meses saliendo y una noche me invitó a
cenar a su piso.
Yo me imagine que era para pasar una noche
romántica, luz de velas, champán y ostras.
¿No sé porque siempre menciono las ostras?
Detesto las ostras, pero nunca le dices a
un hombre que no te gustan.
Esa tarde fui de compras, (no por un
vestido, sino por lencería, me compre un conjunto La Perla ese que se llama
Black Label me sentía como, Pink en esa canción Lady Mermelade de Moline Rouge).
Me preparaba para una noche de pasión
desenfrenada. (Tres meses y más de un beso nada).
Me puse uno de mis mejores vestidos, que a
decir verdad son más bien sencillos, me imaginaba llegaría como una dulce niña
y cuando me sacara el vestido me convertiría en… Cristina Aguilera.
Como siempre envió su coche a recogerme y
cuando llegue, entre al ascensor
lentamente. Preparándome.
(Creo que ya iba excitada sólo con pensar
en que lo haríamos)
No sabía si llegaríamos a los postres, era tal mi imaginación que me veía
haciéndolo sobre la mesa, él me sacaría
la ropa con los dientes, me pelearía como un plátano, me besaría desde la punta
de la cabeza hasta la punta de los pies, miraría mi conjunto negro y lo
arrancaría.
Ahhhh.
Lo pensé mejor y salí rápido del aparato,
(Durante una fracción de segundo dude entre llegar directamente en ropa
interior) pero decidí esperar al postre.
La puerta se abre, Luis me recibe estaba
tan guapo con un pantalón azul y una camisa blanca, llevaba los tres primeros
botones abiertos y se le asomaba el vello del pecho, me tomo de la mano y me
beso suavemente los labios, (creo que tuve un orgasmo en ese momento) y me pasa
el brazo por la cintura, me lleva al saloncito…
y me presenta a sus padres.
Al parecer cuando se trata de sus hijos ellos
hacen un pacto de cese al fuego, y no hubo ni gritos ni reproches, se portaron
de lo más normalitos posibles, teniendo en cuenta que ella es conocida por sus
escándalos, me pareció muy amorosa y muy interesada en mi trabajo, no sólo
aprobó como había dejado el piso de
Luis; sino que además me pregunto si
existiría la posibilidad que decorara el suyo.
El padre, lo has visto es un ejemplar de
amante latino, ahí entendí que le vio su madre, pero en realidad es como mi
padre, estaba más que interesado en la mujer que su hijo le estaba presentando,
no solo quiso saber de mí y mi familia, sino que además me animó para poner mi
propia empresa.
La noche siguió en ese rumbo. Los cuatro…
Mi noche romántica, sexi y salvaje se
alejaba a pasos agigantados.
Sólo te diré que cuando sirvieron el postre,
yo no lo pude tocar.
Luis me miraba con adoración y yo le
sonreía con resignación.
Al final de la noche sus padres se
despidieron de nosotros y se marcharon, cuando ya me disponía para seguirlos,
Luis se me acercó y con una sonrisa me informó que sus padres me habían
aprobado.
Yo no entendía, pero solo me sonrió y
poniendo rodilla en el piso sacó el anillo más bello que he visto en mi vida y
me pidió que nos casáramos, (por supuesto que dije que sí)
¡¡¡Ahhhh!!!
Fue de lo más romántico.
“¿Qué que paso con mi fantasía de hacerlo
sobre la mesa?”
Sólo te diré que su cama era mejor para mi
espalda, y a él le encanto mi baile de Lady Mermelade.
Sólo tenía una duda.
¿Qué hubiera pasado si sus padres no me hubieran aprobado?
¿Sabes qué me respondió?
Que no importaba, que igual me lo iba a
pedir.
Ahora solo quedaba presentarlo a mis
padres.
“¿Qué cuál era
mi mayor temor?”
Que mi familia se comportara educadamente o
que se comportara normalmente.
No sé qué era peor, él ya conocía a Cascada,
pero ella es de lo más normal comparada con los otros.
Mi madre planeo un almuerzo el día domingo,
porque era el único en que toda la familia podía estar reunida, además podríamos
hacerlo en el patio para darle un toque hogareño, según me dijo.
En ese momento me dije “hogareño” ¿Qué sabe
mi familia de ser hogareños?
Yo pensé que seríamos ¿Cuántos? No más de
10 entre mis padres hermanos y cuñado. A menos que mis hermanos vinieran con
novia, pero era raro porque ellos no tienen novia conocida, solo salen con
desconocidas…
Con Luis salimos de su piso como a las 10 de la mañana (por lo general
pasamos el fin de semana juntos en su piso) y nos dirigimos a la casa de mis
padres cerca de Pinar del Plantío.
Aunque no tardamos mucho cuando llegábamos,
me llamó la atención la cantidad de autos que había en la zona siendo que es un
lugar más bien tranquilo.
Allí me di cuenta, mis padres invitaron a
toda la familia y cuando digo “toda” digo, TODA.
Sobrevivimos a ese día.
A Luis le parecieron fantásticos, muy
buenas personas. Para mí todos eran candidatos para el Psiquiátrico.
Pero él se comportó como un rey, o más bien
príncipe, incluso estuvo casi 40 minutos hablando con mi cuñado sobre el alga Euglenophyta. Sabe Dios ¿Qué es eso?
Para cuando
nos fuimos a las 17 hs, había engordado por lo menos tres kilos porque entre
mis tías y mi madre decidieron que fuera el juez de quien hacia la mejor Cake.
Sabía todo
sobre las clasificaciones de las algas, las pruebas que no salieron a la luz de
cierto caso que se estaba ventilado en el juzgado, mi abuela Coco, le
contó que su madre había sido la amante
secreta del tío abuelo de Luis.
Y para
rematarla mi padre lo inicio en el arte de fumar pipa… Con tabaco casero…
cosechado de nuestro patio.
Mi tío Roberto
insistió en mostrarle la cicatriz que le hizo un toro cuando era joven (cuando la verdad es que se
la hizo cuando salto la cerca porque quiso ordeñarlo).
Mi tía
insistió en que le parecía conocido, de algún lado; cuando le comente que podía
haberlo visto en una revista, ella insistió que lo había conocido cuando daba
clases en la escuela en los años 60’, (en esa época ni había nacido pobre).. Pero él amoroso, le dijo que podía ser.
Por decirte
solo lo más suave por lo que tuvo que pasar, mis parientes son de terror.
Pero él me aseguro que lo paso genial
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