sábado, 7 de febrero de 2015

EN EL LODO Y CON COMIDA PARA PERROS

Hay perfume a romance en el aire, y es que es el mes del Amor, por así decirlo, los que leen este blog saben que en lo personal creo que todos los días es el día del Amor, la amistad etc. etc.
Y que hay que demostrarlo.
Pero no puedo negar que comercialmente es un recordatorio de que "Tienes que darle un regalo, a tu pareja" en especial a quienes les cuesta recordarlo
Las florerías, fábricas de peluches y bombonerías hacen su mejor esfuerzo, para aquellos que les falta imaginación.
Restaurante, hoteles y spa están repletos de parejas que preparan una  escapada por así decirlo por unas horas.
Como dije lo comercial es lo más movido.
Luego me puse a recordar cual fue el regalo más romántico que me dieron para este mes, y me vino a la memoria uno muy especial.
Me había dicho que a las siete de la tarde me acercara al parque que hay a unas cuadras de casa, yo me imagine que de allí me llevaría a otro lugar, pero me equivoqué, la cena era allí, había llevado  un picnic para los dos. 
Ya sé que me dirán que es una idea romántica.
Olvide mencionar que días previos al 14 había llovido torrencialmente en mi ciudad, por lo que el parque era más lodo que otra cosa, pero él lo había subsanado el imprevisto poniendo dos cobertores en el piso. Punto para él.
Sin importar el lodo, me tendí allí y puse mi mejor cara. Valía la pena por el esfuerzo.
 Me di cuenta que el amor que sentía por él era retribuido, y de cuanto lo amaba yo,  de un canasto saco comida preparada por sus propias manos. Punto para mí
Un par de copas, platos y cubiertos, completaban el picnic, me entrego una rosa roja, y yo me sentía en la gloria. Punto para él.
Pero algo sucedió, al abrir un envase de comida  lo vi titubear, luego de revisar todo el canasto,  su cara pasó por toda la gama de colores,  me miraba y no decía absolutamente nada.
Le pregunte que le pasaba, y con una sonrisa ladeada me dijo:
Me equivoque de comida.
Al parecer había confundido nuestra cena, con la del perro...
No me importo. Punto para mí
Lo mire y me di cuenta de lo más maravilloso que podía suceder, ÉL ME AMABA, basta decir que sin importar que el plato principal hubiera desaparecido, disfrutamos de el mejor 14 de febrero de nuestras vidas. Empate.

 Con los años  y práctica los picnic mejoraron, pero para mí no hubo uno más hermoso que ese.

Sentada en el lodo y con comida para perros.