miércoles, 18 de septiembre de 2013

LA SONRISA DE MONA LISA

LA SONRISA DE MONA LISA

Creo que solo me basta cerrar los ojos para que mi mente abra la puerta de los recuerdos, y como un dique roto me inunde, hay quienes dicen que nuestras vidas son la suma de memorias, de personas que pasaron por nuestra vida dejando en ella momentos inolvidables, ya sea buenos o malos, nuestra familia el primer diente, la primer maestra, la primera mala calificación, el primer amor…. Miguel.


No puedo recordar cuando lo conocí, solo sé que el formaba parte de mi vida desde siempre, él estaba allí cuando me gradué, éramos la pareja ideal o eso decían todos, los cómplices de siempre en las salidas, los dos docentes, amábamos los niños, se veía en nuestro futuro una familia, hijos…

No es que alguna vez lo hubiéramos charlado específicamente, se daba por entendido que estábamos destinados a estar juntos, aunque nunca lo habláramos, siempre nos sentábamos juntos en el cine y le tomaba firmemente la mano cuando alguna escena me daba miedo, o más bien yo me hacia la que me daba miedo.
La pregunta del millón
¿Como te imaginas dentro de veinte años?

En ese entonces estábamos a mediados de los ochenta los peinado y las hombreras que hoy me causan risa, en ese entonces estaban a la última moda, y yo por supuesto los usaba.
¿Cuál era la pregunta?

Veinte años… casada madre de por lo menos tres hijos, por supuesto, no más,” tampoco voy a poblar la Patagonia, nuestra casa propia, las vacaciones, navidad en la casa de mis padres y fin de año en lo de los suegros.

Él director de algún colegio y yo simplemente dando clases para no perder la costumbre, súper mamá en todo, los chicos, la casa y el marido por supuesto¡¡¡¡

Esa noche nos despedimos como siempre, sí porque el primer beso que yo había soñado tanto estaba planificado para el 14 de febrero día de los enamorados, ese también seria nuestro aniversario de casados, porque yo ya había decidido que esa sería la fecha.

El vestido ya lo tenía diseñado desde los veinte, los centros de mesa y cotillón, la luna de miel en la playa,  por supuesto el primer hijo al año justo para no dar de comer a las viejas chismosas del barrio , el varoncito Miguel Gustavo, la nena se haría esperar hasta los dos años Martina Andrea y luego cuando los dos ya iban al cole la sorpresa ,otro varón Matías, el último y “cerramos la fabrica,” la familia perfecta , los chicos con sus idas y vueltas pero todos ellos buenos chicos.

Tendríamos nuestras cosas como todo matrimonio, pero siempre fieles, jajá, no ni por asomo otro amor podrá jamás romper lo nuestro
¿Verdad?

Los días pasaban y yo planificaba cada día los detalles ya teníamos 25 él y 24 yo, era el tiempo ideal para comenzarla familia, decía mi madre,que había que apurarse,  "Lo que pasa es que él es tímido pero, yo le voy a dar un empujoncito", yo siempre lo defendía.

¿Estamos a cuánto a 10 de febrero? Nos faltan cuatro días para que todo sea como debe ser. Tal cual lo planeé.

La llamada esperada, “Nos juntamos a las 20 en el lugar de siempre“,me dijo, y yo por supuesto acepte.

Bueno, yo había pensado en una cena romántica a la luz de las velas, se lo había insinuado muchas veces en especial cuando hablamos de nuestra cita perfecta, pero deben ser los nervios.

Me puse mi mejor vestido para la ocasión, todo giraba sobre ruedas o más bien eso parecía, ya que él como siempre, seguro la timidez, no podía decir palabra o más bien charlaba demasiado hasta que el momento llegó.


"Ali tengo algo que confesarte, esta no es una salida común de un par de amigos es algo más.Yo..."Comenzó titubeando, "Debo decirte algo, quería que fueras la primera en oír la noticia.
Y como debe ser pensé, si me voy a enterar de esto por otro.

"Le pedí a Vani que nos casáramos, vos sabes que ella es especial para mí te lo he dicho varias veces."

Un momento que dijo????

¿Qué se casa con Vanina? ¿y yo?
No puede equivocarse tanto, lo escucho hablar entre la nube que se formo en mi mente, que me perdí.
¿En que canal estoy? me pregunto.
Será una broma. Mala pero broma, mejor presto atención porque en cualquier momento me va a pedir matrimonio y yo pensando en Vanina. 
Vanina era una vecina de él, que no termino de estudiar y trabajaba en un negocio del centro vendiendo medias o algo por el estilo. Habíamos salido con ella un par de veces para que no quedara sola, pero era más por lastima ya que no era del grupo ahora que lo pienso él siempre insistía en que la lleváramos, jajaja, que loco.

Lo escucho pedirme ayuda para su casamiento, no…no.
Tengo ganas de pararme pegarle, salir corriendo, reírme en su cara, Vanina esa tonta que le vio.

Yo, yo soy la indicada, ella es una tonta que no vale la pena, soy su pareja perfecta, ¿Esa qué es?
Vendedora de medias.

Por supuesto, me oigo decirle, para que estén los amigos.

Naaaaaaaa estoy loca ¿ O qué? 

Me deja en el lugar, porque quedo con Vanina para una cena romántica.
”Es que ella sale de trabajar tarde ¿Viste que es el día de los enamorados?”

Sentada en esa mesa no tenía fuerzas ni para llorar, si me preguntan no sé como estaba viva, pude sentir en el preciso momento en que mi corazón se rompió. Y lo peor es que ni ruido hizo.
Pague la cuenta, porque en el apuro por verla se le olvido pagar.

Llegue a casa y me acosté esperando que me dijeran que es solo un sueño,

Pero no lo fue.
Y sí, ayude en el casamiento de Miguel tanto como puede hacerlo una amiga, si alguien noto algo raro no lo dijo, Vanina resulto ser una mujer amorosa que agradeció mi ayuda pidiéndome ser la madrina.


Me recuerdo en la foto del casamiento sonriendo, hoy que veo la foto me pregunto de donde saque las fuerzas y ganas para hacerlo. Tiempo después dando clases del renacimiento me llamo la atención la pregunta de un alumno, ¿De que sonríe la Mona Lisa? Porque no se ríe, es solo una sonrisa a medias la alegría que no le llega a los ojos solo una mueca.

Me parecía a la Mona Lisa, solo que tenía un vestido rosa, odio el rosa desde ese día. Brindamos por la nueva pareja, por la familia que iniciaba y yo brindaba sobre la tumba de mis tres hijos Miguel, Martina y Matías los tres con M.

Ahora me doy cuenta. 

Y querían que sonriera con los ojos, mis hijos, mi casa, mis vacaciones, mis fiestas, mis sueños se murieron cuando él pronuncio  “Si quiero.”

Y lo peor es que no me morí cuando lo hizo, tuve que seguir viviendo, viéndolos felices, porque si, lo peor es que eran felices, a los 6 meses nació el primer bebé, una nena, Antonia, fui al hospital a conocerla y le lleve flores.

Fue la comidilla del barrio ¡6 meses!
Viejas locas quien saca cuentas.

 Yo.

Porque eso era lo peor, mientras yo planeaba mi vida de ensueño ellos fabricaban un hijo.

Ya sé que suena a mujer despechada pero, era mío era mi vida mis sueños y ellos me lo quitaron.

¡Qué loco! Ya 20 años, como dice el tango “20 años no es nada y es febril la mirada errante en la sombra que busca y te nombra…”

Hoy miraba las fotos viejas de los amigos de la infancia y recordaba los sueños locos que tenía en ese tiempo.

Mi esposo me miro y me pregunto qué me pasaba al verme tan callada.

Le muestro la foto, me mira y dice
” Pareces la Mona Lisa”

Es que él si me conoce,   no tuve que contarle nada, conoce todos mis estados de ánimo.

¿Los chicos? Le pregunte.
Duermen todos por fin, los cinco, porque eso de tres era un sueño.

Hace bien cada tanto recordar. 
¿Te acordas como te conocí?
Nunca imagine que en ese lugar iba a encontrar al hombre de mi vida. 
Será que no tenía que soñarlo sino vivirlo…


Delfina Ríos....