Las salidas se hicieron más regulares, hasta
incluyeron a Dani quien al principio se mostró reservada pero al poco tiempo se
hizo amiga de Alicia.
Todos sonreían tranquilos, ya que temían que
pusiera algún reparo a ver a su papá con una mujer. Un día en que habían salido las dos solas, estaban
en la heladería y quien les servía el pedido le pregunto a Alicia.
-¿De qué sabor quiere su hija?Dani la miró y respondió sin decir más, Alicia
de reojo miro a la niña, esta sonreía.Luego en la mesa, ella le hablo con toda su
inocencia y le dijo:
-Alicia, ese hombre cree que eres mi mamá.Luego se puso seria y estuvo pensando mientras se
comía su helado.
-A ti te molestaría si yo te dijera mamá
cuando te cases con mi papá. No supo que contestar. Si bien ellos salían juntos,
en ningún momento hablaron de casamiento. Miro a la pequeña un momento antes de
responderle ya que no quería herirla.
-A ninguna mujer le molestaría que la llames mamá.La niña estaba feliz.
Cuando le tocó llevarla de regreso con Gustavo, la
niña se despidió con un abrazo y un beso antes de ir a hacer las tareas del
colegio.Él la miró, desde que Alicia entró algo no iba bien,
estaba muy callada.
-Dani se comportó en el paseo o te hizo algún
berrinche.
-Ella es una excelente niña, es adorable. Debo irme
a casa. Nos veremos luego.Él la tomó del brazo cuando ella se volvía para
subir a su auto
-¿Qué sucede? ¿Porque estas molesta?
Alicia
respiro profundamente antes de responder.
-Creo
que no debemos vernos tan seguido, Daniela está ilusionada con que tú y yo nos
vamos a casar, y no quiero que salga lastimada, con todo esto.
Gustavo
sabía que las cosas habían ido demasiado aprisa, a pesar de que hablaban por
largas horas, aun había algo en el corazón de Alicia que mantenía encerrado.
-
Ven, vamos a por un café, mis hermanas están en casa y ellas cuidaran a
Dani.
Tan
pronto como se sentaron, en ese mismo lugar donde se conocieron la primera vez,
una sensación de calidez los embargo, era su lugar, su espacio y
eso los tranquilizaba.
-Es
natural que Daniela se confunda, ya hemos salido juntos demasiadas veces
Comenzó
a decir ella rápidamente, queriendo terminar con el asunto pronto y sin
dolor. Para ella.
-Mira
Dani no se confunde, creí que estaban en claro mis motivos para
salir y compartir mi hija contigo. Veo a la mujer maravillosa que eres, y eres
muy buena influencia para ella.
No
quería presionarla diciéndole cuanto la amaba, porque él mismo sentía
que sonaba bizarra toda la situación, ya que no quería mencionar lo del
sueño
-Dime
una cosa Gustavo, que crees que sucede entre los dos. Crees por si acaso que
luego de un par de salidas juntos me volveré loca de amor y nos casaremos y
comeremos perdices, eso solo existe en las novelas rosas y créeme esto no es un
cuento de hadas. Yo viví una situación similar, hace unos años, creí
que me había enamorado del príncipe azul -Había
dolor y angustia en sus ojos al hablar.
-¿Y
qué pasó con él?
-El
príncipe azul, desteñía, nada era lo que parecía, solo fui un pasatiempo,
aprendí la lección no caeré nuevamente en la trampa.
-Crees
que solamente eres un pasatiempo para mí. ¿Tan poco me conoces?
-Ese
es el problema entre los dos, no nos conocemos, un par de salidas y un café no
hacen una relación.
-Dame
tu mano.
Tan
pronto la tomó, la llevo a su cara.
-Está
cara es la única que veras de mí, no hay otra, con mis fallas y mis aciertos.
En mis ojos siempre veras sinceridad, de mi boca solo encontraras la
verdad aunque sea dolorosa. Mi espalda es fuerte, puedo soportar el peso.
Pasa fuerte los dedos por mi piel, yo no destiño, quizás puedo llegar a oler
mal si no me baño, pero eso es otra cosa.
Ella
río al oír la última frase.
-No
te importa... mi pasado, hay cosas que nunca te he contado pero...
-Como
alguien sabio dijo alguna vez "Todos tenemos una historia detrás
nuestro, nadie que se precie de decir que vive, está exento de sufrir, pero lo
bueno es que podemos levantarnos de nuestras caídas y seguir adelante.Ella
sonrió.
-Solo
te pido déjate llevar.Y
eso hizo.
Días
después él la paso a buscar para ir a una representación en la escuela de
Daniela.
-Le arreglaron el vestido, le quedaba un poco grande.
-Mi hermana se encargó de eso.
-La verdad es que tus hermanas han hecho una
maravilla cuidándola.
-Si supongo que la van a extrañar cuando no la
tengan cerca.
Ella lo miro intrigada.
-¿A dónde va a ir?
-Cuando nos casemos, Dani ya hizo los planes, dijo
que debíamos irnos a otra casa, una grande con muchas habitaciones para
los tres, pero que debía de tener por lo menos dos más para los
bebés. Ella puede compartir su habitación con otra nena pero no con un varón.Al no recibir respuesta de su compañera la miro,
estaba en silencio miraba al frente, sus ojos estaban llenos de lágrimas.
-¿Qué te sucede?
-Se va a llevar una decepción.
-¿Por qué?
-Nunca hemos hablado de casarnos.
Se quedó en silencio, había dado por sentado que
ella sabía que quería casarse, su primer pensamiento fue que tal vez se equivocó
y no era amor lo que sentía por él, luego entendió, que tonto nunca le dijo que
quería casarse con ella, tampoco le dijo que la amaba.
-Claudia te contó alguna vez porqué te quise conocer.
-No recuerdo, creo que fue porque habías soñado que
charlabas conmigo.
-Sí, soñé contigo, pero no charlábamos.Dirigió el auto hasta un costado de la calle, apago
el motor y la miro.
-Seré tonto, en todo este tiempo nunca te lo dije,
porque... me daba un poco de vergüenza, no el sueño sino por no saber
como contártelo. No charlábamos en mi sueño estábamos en la cama
Miro su rostro la sorpresa, y con placer la vio
ruborizarse.
-Te veías tan bella completamente desnuda sobre mi
pecho, que cuando te encontré, olvide que ese sueño era mío, que tú no conocías
los detalles. Acerco su boca a sus labios y la beso.Luego la miro.
-Ves, tus labios no son extraños para mí, no es
como si fuera la primera vez, sino como si lleváramos años besándonos,
por supuesto que nos vamos a casar, nunca lo dude y me olvide del pequeño
detalle de infórmate. Pero es porque ya sé tu respuesta. Había tanta seguridad en su voz que pensó ¿Quién era
ella para contrariarle?
Estaba acostado cansado, aún con los ojos cerrados
podía sentir el peso de una cabeza sobre su pecho, el perfume de sus cabellos
era a hierbas y entraba como un estimulante por su nariz llenando sus pulmones
de aire fresco.Toda ella lo estimulaba, miro la mano, en la cual
brillaba un anillo dorado, que acariciaba su pecho y lo hacía sentir
vivo, los dedos se deslizaban pícaros por su torso, más abajo y más. Él abrió los ojos y la miró sonriendo, ella
respondió a esa sonrisa y levantó la cabeza desde su almohada para acercar los
labios a su boca. Sabían a miel, se sentía intoxicado por la emoción. De pronto
ella se sentó en la cama sin importarle su desnudez, apoyo ambos brazos a un
costado de sus hombros y así lo miro divertida, sus pechos llenos rozaban su
torso y reía; se acercó hasta él, podía incluso ver sus ojos como se dilataban
por la pasión, una pasión que él generaba. Y eso lo excitaba.
-Alicia- dijo en un susurro, antes de tomar su
cabeza con una mano y enterrarse en sus labios mientras que con la otra
acariciaba ese cuerpo tan familiar.Ella separo su boca de sus labios y lo miro
sonriente.
-Se parece a tu sueño.
-No, es mil veces mejor.
-¿De qué sabor quiere su hija?Dani la miró y respondió sin decir más, Alicia de reojo miro a la niña, esta sonreía.Luego en la mesa, ella le hablo con toda su inocencia y le dijo:
-Alicia, ese hombre cree que eres mi mamá.Luego se puso seria y estuvo pensando mientras se comía su helado.
-A ti te molestaría si yo te dijera mamá cuando te cases con mi papá. No supo que contestar. Si bien ellos salían juntos, en ningún momento hablaron de casamiento. Miro a la pequeña un momento antes de responderle ya que no quería herirla.
-A ninguna mujer le molestaría que la llames mamá.La niña estaba feliz.
-Dani se comportó en el paseo o te hizo algún berrinche.
-Ella es una excelente niña, es adorable. Debo irme a casa. Nos veremos luego.Él la tomó del brazo cuando ella se volvía para subir a su auto
-¿Qué sucede? ¿Porque estas molesta?
Alicia respiro profundamente antes de responder.
-Creo que no debemos vernos tan seguido, Daniela está ilusionada con que tú y yo nos vamos a casar, y no quiero que salga lastimada, con todo esto.
Gustavo sabía que las cosas habían ido demasiado aprisa, a pesar de que hablaban por largas horas, aun había algo en el corazón de Alicia que mantenía encerrado.
- Ven, vamos a por un café, mis hermanas están en casa y ellas cuidaran a Dani.
-Es natural que Daniela se confunda, ya hemos salido juntos demasiadas veces
Comenzó a decir ella rápidamente, queriendo terminar con el asunto pronto y sin dolor. Para ella.
-Mira Dani no se confunde, creí que estaban en claro mis motivos para salir y compartir mi hija contigo. Veo a la mujer maravillosa que eres, y eres muy buena influencia para ella.
No quería presionarla diciéndole cuanto la amaba, porque él mismo sentía que sonaba bizarra toda la situación, ya que no quería mencionar lo del sueño
-Dime una cosa Gustavo, que crees que sucede entre los dos. Crees por si acaso que luego de un par de salidas juntos me volveré loca de amor y nos casaremos y comeremos perdices, eso solo existe en las novelas rosas y créeme esto no es un cuento de hadas. Yo viví una situación similar, hace unos años, creí que me había enamorado del príncipe azul -Había dolor y angustia en sus ojos al hablar.
-¿Y qué pasó con él?
-El príncipe azul, desteñía, nada era lo que parecía, solo fui un pasatiempo, aprendí la lección no caeré nuevamente en la trampa.
-Crees que solamente eres un pasatiempo para mí. ¿Tan poco me conoces?
-Ese es el problema entre los dos, no nos conocemos, un par de salidas y un café no hacen una relación.
-Dame tu mano.
Tan pronto la tomó, la llevo a su cara.
-Está cara es la única que veras de mí, no hay otra, con mis fallas y mis aciertos. En mis ojos siempre veras sinceridad, de mi boca solo encontraras la verdad aunque sea dolorosa. Mi espalda es fuerte, puedo soportar el peso. Pasa fuerte los dedos por mi piel, yo no destiño, quizás puedo llegar a oler mal si no me baño, pero eso es otra cosa.
Ella río al oír la última frase.
-No te importa... mi pasado, hay cosas que nunca te he contado pero...
-Como alguien sabio dijo alguna vez "Todos tenemos una historia detrás nuestro, nadie que se precie de decir que vive, está exento de sufrir, pero lo bueno es que podemos levantarnos de nuestras caídas y seguir adelante.Ella sonrió.
-Solo te pido déjate llevar.Y eso hizo.
-Le arreglaron el vestido, le quedaba un poco grande.
-Mi hermana se encargó de eso.
-La verdad es que tus hermanas han hecho una maravilla cuidándola.
-Si supongo que la van a extrañar cuando no la tengan cerca.
Ella lo miro intrigada.
-¿A dónde va a ir?
-Cuando nos casemos, Dani ya hizo los planes, dijo que debíamos irnos a otra casa, una grande con muchas habitaciones para los tres, pero que debía de tener por lo menos dos más para los bebés. Ella puede compartir su habitación con otra nena pero no con un varón.Al no recibir respuesta de su compañera la miro, estaba en silencio miraba al frente, sus ojos estaban llenos de lágrimas.
-¿Qué te sucede?
-Se va a llevar una decepción.
-¿Por qué?
-Nunca hemos hablado de casarnos.
Se quedó en silencio, había dado por sentado que ella sabía que quería casarse, su primer pensamiento fue que tal vez se equivocó y no era amor lo que sentía por él, luego entendió, que tonto nunca le dijo que quería casarse con ella, tampoco le dijo que la amaba.
-Claudia te contó alguna vez porqué te quise conocer.
-No recuerdo, creo que fue porque habías soñado que charlabas conmigo.
-Sí, soñé contigo, pero no charlábamos.Dirigió el auto hasta un costado de la calle, apago el motor y la miro.
-Seré tonto, en todo este tiempo nunca te lo dije, porque... me daba un poco de vergüenza, no el sueño sino por no saber como contártelo. No charlábamos en mi sueño estábamos en la cama
Miro su rostro la sorpresa, y con placer la vio ruborizarse.
-Te veías tan bella completamente desnuda sobre mi pecho, que cuando te encontré, olvide que ese sueño era mío, que tú no conocías los detalles. Acerco su boca a sus labios y la beso.Luego la miro.
-Ves, tus labios no son extraños para mí, no es como si fuera la primera vez, sino como si lleváramos años besándonos, por supuesto que nos vamos a casar, nunca lo dude y me olvide del pequeño detalle de infórmate. Pero es porque ya sé tu respuesta. Había tanta seguridad en su voz que pensó ¿Quién era ella para contrariarle?
-Alicia- dijo en un susurro, antes de tomar su cabeza con una mano y enterrarse en sus labios mientras que con la otra acariciaba ese cuerpo tan familiar.Ella separo su boca de sus labios y lo miro sonriente.
-Se parece a tu sueño.
-No, es mil veces mejor.
FIN
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