viernes, 11 de julio de 2014

EL BREVE ESPACIO QUE NO ESTÁ


Todavía quedan restos de humedad, sus olores llenan ya mi soledad, en la cama su silueta se dibuja cual promesa de llenar el breve espacio en que no estás... 

Todavía yo no sé si volverá, nadie sabe, al día siguiente, lo que hará. 
Rompe todos mis esquemas, no confiesa ni una pena, no me pide nada a cambio de lo que da. 
Suele ser violenta y tierna, no habla de uniones eternas, mas se entrega cual si hubiera sólo un día para amar. 
No comparte una reunión, mas le gusta la canción que comprometa su pensar. 
Todavía no pregunté "¿te quedarás?". Temo mucho a la respuesta de un "jamás". 
La prefiero compartida antes que vaciar mi vida, no es perfecta, mas se acerca a lo que yo simplemente soñé... 
Suele ser violenta y tierna, no habla de uniones eternas, mas se entrega cual si hubiera sólo un día para amar. 
No comparte una reunión, mas le gusta la canción que comprometa su pensar. 
Todavía no pregunté "¿te quedarás?". Temo mucho a la respuesta de un "jamás". 
La prefiero compartida antes que vaciar mi vida, no es perfecta, mas se acerca 
a lo que yo simplemente soñé... 
Me choque con esta canción casi sin querer, al principio no le dí importancia, ya que no es una de mis interpretes favoritas,  aunque me critiquen es así, luego leí la letra... me llamo la atención la frase "La prefiero compartida antes que vaciar mi vida, no es perfecta, mas se acerca a lo que yo simplemente soñé... 

No me jacto de haber vivido mucho pero una cosa si tengo a mi favor, como ya se habrán dado cuenta,  y es mi imaginación.
Me plantee la situación en la que vive el autor de esta canción, que es Pablo Milanés, y mi mente voló a esa escena.
La vida de los y las otras, siempre creemos que son roba maridos o como quiera que se les llame en sus países. Pero no siempre es así.
Conozco a una mujer, ella durante cuarenta años fue la otra, la amante, esa que estaba en las sombras. La que renuncio a una vida, fiestas en familia e hijos, a  ser la señora de... para ser solo, la que se recuerda cuando tienes tiempo, la que se resigna por ese hombre que ama. 
Nunca robo el marido de nadie, ella se conformaba con esas horas en que él llegaba y llenaba todo.
Siempre imaginamos a la querida como una vampiresa que viste todo el día en camisón y fuma cigarrillos con boquilla, la que pasea en descapotable rodeada de pieles.
Ella debió ser la excepción, porque nunca vio nada de eso. Todo lo contrario, trabajaba como nadie, para que los hijos de su amado fueran a las mejores escuelas y tuvieran lo que ella soñaba para los suyos.
Al morir él, no pudo ni llevarle una flor al cementerio, mucho menos velar el cuerpo del que durante cuarenta años fuera su hombre. 
No porque no quisiera, o porque no la dejasen entrar, sino porque simplemente no tuvo el derecho de saber que ese a quien acompaño en las buenas y las malas, en la salud y en la enfermedad, y le fue fiel, murió de un  ataque fulminante, y los pocos que sabían de su existencia no quisieron provocar mas dolor en la familia.
¿Cómo vamos a molestar a la viuda?
Hoy hablé  con ella, ya pasaron diez años, y le pregunte como está.
Espero que regrese, respondió, sé que parece una locura pero dentro de mí aun lo aguardo... imagino que él está con su familia, yo sólo espero que se pueda hacer un tiempo y venir a verme.







No hay comentarios:

Publicar un comentario